Side Story
Beginning of Summer
Como era característico de aquel peculiar espacio, la cima de la Back Dimension estaba sumergida en un silencio sepulcral, prácticamente abrumador que acentuaba el ambiente desprovisto de vida que emitía. Un lugar congelado en el cual es único indicio de movimiento y paso del tiempo provenía del único elemento que no pertenecía naturalmente a este. Un tenue resplandor en el transportador de la cima dio cabida a una serie de pasos que hicieron eco en el silencio, provenientes de un Digimon anciano que, con andar parsimónico, fue avanzando lentamente hasta el borde de la plataforma.
- Todo en orden aquí – dijo Jijimon para sí mismo al cumplir su cometido: Comprobar el estado de la enigmática estructura que flotaba impasible centenares de metros bajo sus pies. Como de costumbre, la “puerta” oculta en la dimensión se encontraba abierta, despidiendo una tenue luz azul en su superficie pero, afortunadamente, sin mostrar más signos de actividad o, peor aún, visitantes indeseados. El verificar esto, casi diariamente, se había vuelto una tarea del humilde alcalde de File desde el día que había descubierto la existencia de la estructura. Todo con el fin de asegurarse que su hogar, la ciudad e isla que había salvado gracias al apoyo de guerreros de otro mundo, no entrara en peligro nuevamente, tal y como había pasado antes por obra de la Bestia que alguna vez había deambulado en ese mismo espacio. Dejó escapar su tensión con una exhalación y se dispuso a retirarse a su hogar, sin embargo fue detenido al percatarse de un cambio en la serena superficie de la puerta - ¿Hmm?
En ese momento, como si su presencia hubiese llamado a la mala suerte, el brillo en la estructura ancestral aumentó, señalando la aparición de una figura en su superficie. La misteriosa entidad se elevó a toda velocidad hacia arriba, alcanzando en cuestión de segundos la plataforma donde el anciano se encontraba para ahí detenerse y desplegar sus alas, dejando al descubierto una figura más que familiar para el Ultimate, pero no por ello precisamente aliada.
- Vaya, no esperaba encontrarme con usted aquí hoy – comentó el Alcalde, tratando de aliviar el ambiente antes que la tensión aumentara - ¿Cómo ha estado?
Indispuesta a seguirle la corriente, Mastemon se limitó a contemplar al anciano frente a ella, para luego inspeccionar con la mirada la plataforma donde Jijmon se hallaba, comprobando que no había señales del fantasma de Mugendramon en esta.
- ¿Qué haces cerca de la Puerta? – preguntó con dureza.
- Se ha convertido en un hábito visitarla de vez en cuando – sinceró el Alcalde – Mi deber como Alcalde de File es velar por su seguridad y sé que esta “Puerta” puede llegar a ser una fuente de peligro – La expresión de Mastemon se tensó, por lo que el anciano agregó – No se preocupe. Nadie sabe que esto se encuentra ahí. Por el bien de mis ciudadanos es mejor que no lo sepan.
- ¿Te crees un guardián ahora? – preguntó - ¿Aunque no sepas lo que hay detrás?
- Pero sé lo que hay en mi isla, ¿no es así? – rebatió Jijimon – Con eso me basta.
- Como digas – contestó el ángel – De todas maneras me ahorras trabajo al estar aquí. ´Tengo un asunto que tratar contigo.
Cualquier emoción de Jijimon al oír esto fue enmascarado con un suspiro, señal de que el Ultimate prefería mantener la calma en esa situación.
- ¿Qué clase de asuntos podría tener un guardián del “Área Única” conmigo? Pensé que no se involucraba con los Digimon “mortales”.
- Cuida tus palabras anciano – escupió Mastemon, al tiempo que la mitad derecha de su cuerpo, representante de su lado demoniaco, despedía un leve brillo – Vine a saldar cuentas contigo. ¿O lo has olvidado?
Sin pensarlo dos veces Jijimon negó por la cabeza. Por supuesto, la “cuenta” de la que el ángel hablaba, relacionada con su primer encuentro con este y la razón por la que él había conocido la naturaleza de la puerta eran experiencias vividas en un mismo día que no olvidaría.
- No imaginé que tomaría un año en saldar ese asunto – sinceró.
- El concepto del “Tiempo” no tiene significado para un habitante del Área Única.
- Me imagino – suspiró el anciano – Está bien. Angemon podrá encargarse de la ciudad por mí.
- No vengo a cobrar tu vida, Jijimon – aclaró Mastemon con seriedad, para sorpresa del anciano – Vengo a reclamar tu ayuda para una misión.
El alcalde no pudo evitar expresar su confusión. En definitiva no esperaba que su interlocutor, de entre todos los Digimon, fuera a pedirle ayuda a él. Mastemon no aclaró más la situación, simplemente extendiendo su mano para que el anciano la tomara.
- Sígueme.
Aunque esas fueron sus palabras, el ángel no esperó una aprobación o consentimiento para tomar el brazo del anciano y lanzarse, junto a él, en picada. Jijimon sintió el viento en sus rostro y oídos mientras aumentaba la velocidad, acercándose cada vez más a la luz de la Puerta bajo ellos. Finalmente, el alcalde fue atacado por la desorientación al cruzar el umbral, sintiendo como el centro de gravedad cambiaba bruscamente al aterrizar en una nueva plataforma, con la Puerta tras él ahora en posición vertical.
- Esto es…
Aunque la Back Dimension que acababa de transitar guardaba similitudes con ese nuevo escenario, el oriundo de File no pudo evitar sentirse maravillado por la belleza ante sus ojos. Se encontraba de pie en un pasillo amplio, espacioso y transparente, similar a un camino de cristal que se perdía en el horizonte, rodeado de un espacio infinito iluminado por múltiples puntos blancos que asemejaban estrellas. Si tuviera que compararlo, era similar a estar en medio del cielo nocturno, una imagen que se juntaba con un tenue pero notorio sonido rítmico, idéntico al del mecanismo de un reloj, para dar un ambiente misterioso a aquel lugar.
- Esta es el Área Única – presentó Mastemon – Puente entre Mundos y plano más allá de estos. Sígueme y no te separes. Si te pierdes no te alcanzarán los años de vida para encontrar el camino a casa.
Tras dar esta advertencia el ángel empezó a avanzar con paso decidido, haciendo eco en el vasto espacio que los rodeaba. Jijimon se aseguró de seguirle de cerca, aprovechando la ausencia de conversación para contemplar y analizar con mayor detenimiento el lugar tan misterioso al que había llegado. Su mente inquisitiva estaba llena de interrogantes en ese momento, sin embargo se abstuvo de compartir alguna por el momento a sabiendas que su acompañante seguramente no estaría muy dispuesta a contestarlas. Además, si su intuición no fallaba Mastemon no tardaría en hablar de todas formas, trayendo consigo las explicaciones pertinentes. Continuaron así por unos minutos hasta detenerse donde el camino se unía a una plataforma circular que, a su vez, se bifurcaba en más caminos. Al bajar su mirada en ese punto, Jijimon pudo descubrir parte del origen del sonido que escuchaba: Un mecanismo de reloj de cuerda bajo los pies de ambos, que se movía imparable contando los segundos que transcurrían.
- Fascinante – soltó - ¿Quién habría pensado que algo así existiría en el Mundo Digital?
- Este lugar no pertenece al Mundo Digital – corrigió el guardián, reanudando la marcha al elegir un camino a seguir – De hecho, dependiendo de tu percepción del Tiempo, el Área Única ha existido desde antes que cualquier mundo, Físico o Digital, existiera.
- ¿”Mundo Físico”?
- El plano de donde vienen los humanos. No el Mundo Digital desde llamaste a ese grupo, sino antes de eso – explicó – El Área Única conecta con incontables mundos, tiempos y realidades, incluso algunas donde el concepto de los Digimon no existe o donde fueron creados por humanos o viceversa. ¿Ves las luces que nos rodean? Son Puertas que llevan a un mismo o distintos Mundos. A diferentes realidades, posibilidades o conceptos.
- Me temo que no comprendo del todo…
Mastemon exhaló un poco de su exasperación, para luego cambiar el enfoque de su explicación.
- Acabas de cruzar una puerta que conecta con tu Mundo en la realidad que conoces – dijo – Si tuvieras el tiempo y permiso de revisar todas las demás Puertas, eventualmente podrías encontrar otra que conecte a tu mismo Mundo pero en otro lugar o tiempo. O tal vez una que envíe a un Mundo como el tuyo pero con otra historia o divergencia.
- ¿Un mundo donde nunca haya fundado File, o donde los humanos formen parte como el lugar de donde los llamé, por ejemplo?
- Así es – contestó – De por sí, que la gran mayoría de los Mundos Digitales tengan un Mundo Físico tan cerca, al punto que sus habitantes puedan cruzar de un lado a otro, es obra del Área Única.
- Un camino a lugares infinitos… - concluyó Jijimon – Tal lugar sería el sueño de un explorador. ¿Puedo preguntar por qué requiere ser protegido? ¿O de qué?
- Que exista este lugar no significa que se deba poder acceder a él – replicó Mastemon – Por Ley Natural todas las puertas se encuentran en lugares que no son fácilmente accesibles. Es una medida de seguridad tanto para el Área Única como para el mundo que conecta. Sobre la razón, ya tu isla vivió una: Ese asqueroso fantasma que habitó las cercanías de la Puerta anteriormente.
- ¿Mugendramon?
- Esa criatura no era proveniente de tu mundo sino que nació de la influencia de otro. Las energías, fenómenos y eventos de un Mundo pueden afectar de alguna forma a otros de manera inadvertida o de distintas formas, algunas más evidentes que otras: Individuos que comparten o reciben “memorias” de otros tiempos que cambian su modo de ser o de pensar; historias y eventos que se repiten de manera idéntica o similar o incluso catástrofes que ocurren como consecuencia de los sucesos de otro lugar.
Jijimon se mantuvo en silencio, rememorando las palabras que él mismo había oído de G durante el incidente que afectó a su isla: “Digamos que este en particular está repitiendo la "Historia" de otro” y “un fantasma del original, dispuesto a repetir sus pasos solo por instinto sin una motivación real” resaltaban particularmente.
- La cercanía que existe entre muchos Mundos Físicos y sus contrapartes Digitales siempre han sido el ejemplo más claro de cómo uno puede influenciar al otro – continuó Mastemon, ignorante de los pensamientos de Jijimon – Cuando la influencia entre ambos aumentan sus historias también se cruzan, creando eventualmente un conflicto o emergencia que pone en peligro a uno o ambos Mundos. Ese es el momento en el que conceptos como “Niños Elegidos” o “Tamers” han empezado a existir en distintos registros.
- Si recuerdo bien, aquel hombre comentó que el lugar de origen de esos chicos también podría empezar a correr peligro pronto – rememoró el anciano.
- Es uno de tantos casos – contestó para luego detenerse, para curiosidad del anciano.
Frente a ellos, bloqueando el camino que hasta entonces había estado despejado, se encontraba una enorme criatura de aspecto monstruoso marcado con extremidades delgadas como tentáculos que terminaban en enormes garras y pies blancos, que reaccionó a la presencia del dúo con un destello en el único ojo en su rostro. De inmediato Mastemon se puso en guardia, abalanzándose contra la bestia para cortarla limpiamente con la espada en su brazo en una batalla que, por los impresionantes reflejos y poder del guardián, no duró más de un par de segundos.
- Nunca había visto a ese Digimon…
- Y es mejor que no lo hayas hecho – rebatió Mastemon, pateando el Digitama resultante fuera del pasillo y hacia la nada para luego indicarle al anciano que reanudara la marcha – Parallelmon es uno de los Digimon capaces de cruzar las barreras hacia el Área Única y otras dimensiones sin dificultad, solo para cazar a los habitantes de estos que pueda atrapar. Que aparezca en tu mundo es señal que sus barreras se están erosionando.
- ¿Existen otras criaturas como esta?
- Quartzmon… - contestó, sin entrar en mayor detalle acerca de esa criatura – O los “irregulares” que se han formado por la influencia de algún Mundo en particular, como el Mugendramon de tu isla.
- Ya veo…
- ¿Lo entiendes mejor? La influencia de unos Mundos pueden causar catástrofes en otros y la erosión de la barrera entre ambos puede provocar su colapso, amenazando con la fusión o aniquilación de una o ambas partes. La “Ley Fundamental” que rompiste al traer seres humanos de otro Mundo Digital tuvo un efecto en la barrera que los separa a ambos, que en ese lado provocó un temblor dimensional y la aparición de un espacio paralelo a la montaña de tu isla. Fue un enorme riesgo para ambos lados.
- Comprendo la gravedad de lo que hice, aunque no me arrepienta de haber salvado a mi gente – admitió el Ultimate, para irritación del ángel – Sin embargo las Puertas existen sin crear ese riesgo, ¿me equivoco? Eso significa que crean un pasaje seguro entre los distintos Mundos, con esta “Área Única” como un puente entre todos.
- Si son un pasaje seguro para viajar, que no afecta la barrera de ninguno de los Mundos involucrados. – admitió - Por eso es que te estoy “transportando” por aquí y no te envié a donde te necesito por un agujero.
- ¿Entonces este lugar no podría ser beneficioso para más de un Mundo? Por ejemplo, aquellos Tamers podrían brindar su ayuda para salvar otros Mundos Digitales en peligro, sin suponer un riesgo para las barreras que los separan.
- ¿Eres idealista, no? - replicó Mastemon con sorna - Por cada “salvador” hay un “conquistador”. Un pasaje entre Mundos es una invitación para que uno trate de dominar o invadir a otro, creando guerras que involucren a varios. Ya ha pasado antes anciano: Humanos y Digimon que impulsados por su ambición han intentado dominar otras dimensiones visitadas, causando daños irreparables a su paso – Hizo una pausa al llegar a otra bifurcación, alejando al alcalde de una Puerta que, curiosamente, estaba cerrada en ese momento, convertida en un aro de piedra sin una luz propia en su centro - ¿No te lo dije? El Mugendramon que amenazó tu isla nació de la ambición y energía proveniente de los deseos de conquista de un solo hombre, sobre un Mundo Digital ajeno al tuyo y sin jamás haber tenido contacto con esta área. Si hubiese conocido una Puerta o, peor aún, obtenido la forma de usar su energía para su provecho, ¿qué crees que habría pasado?
- Comprendo tu pensamiento, aunque en lo personal me gusta considerar los beneficios y no solo los peligros.
- Pft. Aunque tu idea no es muy alejada de lo quiero que hagas.
- ¿Perdone?
- Dos años antes del momento que usaste para llamar a los humanos de ese Mundo algunos de ellos habían sido enviados a otra Isla File por obra de su Dios, Yggdrasil – relató el ángel – Gracias a sus esfuerzos pudieron salvar esa isla que había sido influenciada por las energías del Área Única, llevando al nacimiento de “fantasmas” y “recuerdos” de otra historia que amenazaban con la estabilidad de ese Mundo.
- ¿Similares a Mugendramon?
- En parte. El punto es que ahora, que para esa isla han sido tres años después, la amenaza volvió a emerger, esta vez con forma física – explicó – Hay un Digimon influenciado por la historia que, de ser ignorado, puede traer problemas a ese Mundo, para luego extenderse a otros. Quiero que uses tu poder para eliminar a esa cosa antes que su poder y peligrosidad crezca.
- Con todo respeto. ¿No sería mejor recurrir a los Tamers de ese Mundo? Me parece que deben tener la experiencia o los medios para esa labor…
- Los Tamers provenientes de ese Mundo no deben involucrarse – tajó Mastemon de manera terminante – Sus Puertas, antes cerradas, están mostrando inestabilidad. Esto ha provocado un efecto en ellos aún sin saberlo: Anomalías, sueños, visiones… Que en ese momento interactúen con otra dimensión solo podría acelerar el proceso. Llamarás Humanos de un Mundo Físico, que conocerán a sus Digimon compañeros una vez que lleguen a esa isla. No tienes permitido entablar contacto con ellos o guiarlos. Ellos deben cumplir la labor por sus propios medios, sin intervención o conocimientos de irregulares de otros Mundos.
- ¿Podrán cumplir esa misión sin preparación?
- Tienen la historia a su favor – Fue la única respuesta de Mastemon, tan vaga como varias de las anteriores. Frente a ellos, una nueva Puerta se presentó, igual a la que el alcalde había usado para llegar ahí. Habían llegado a su destino.